22 de marzo de 2018
Queridos todos:
Os escribo con la alegría grande que supone para mí y para todos el haber dado comienzo a las obras del nuevo Complejo Parroquial San Manuel González y de que, por este motivo, el domingo 22 de abril a las 18:30 vendrá el Sr. Cardenal don Carlos Osoro a celebrar la Eucaristía y a bendecir las obras. Es una ocasión estupenda de dar gracias a Dios y de pedir por todo lo que nos queda por delante, unidos a nuestro Pastor, a nuestro Arzobispo. Es importante que hagáis por estar todos los que podáis, y si no, que estemos unidos en la celebración de la Eucaristía dominical.
En febrero de 2011 se celebró la Primera Misa en el solar y desde entonces… cada domingo, al principio, y cada día, en cuanto pusimos las casetas, se ha celebrado la Eucaristía y ha estado el Señor en nuestro Sagrario como un Vecino más.
Hemos dado muchos pasos entre todos y creo que, aunque no tenemos templo definitivo, sí que hemos “construido” parroquia: catequesis de Primera Comunión, niños, adolescentes, jóvenes y adultos que se preparan o ya han recibido el Sacramento de la Confirmación, cientos de niños que han sido bautizados y algunos adultos que tras un encuentro con el Señor han recibido los Sacramentos de Iniciación. Grupos de matrimonios, Adoración Nocturna, Oración de Madres, Marías de los Sagrarios, retiros, ejercicios espirituales, peregrinaciones, charlas de formación y una amplia labor de Cáritas con los más necesitados de la zona. Y sobre todo, lo que no se ve pero más se nota, la acción de Dios en tantas personas, en tantas familias, en cada uno de nosotros a través del sacramento de la Confesión y de la oración ante su presencia silenciosa, pero eficaz, en el Sagrario.
No dejo de dar gracias a Dios por el “milagro de generosidad” que supone que, en plena crisis, hayamos empezado a construir. Es fruto de vuestra generosidad. Soy consciente de que hay mucho sacrificio detrás de cada “ficha verde”, y sobretodo de que hay mucha ilusión en este proyecto de la Parroquia San Manuel González para que sea un lugar de encuentro con Dios, de paz, de formación y de caridad.
No os voy a engañar, no está todo hecho todavía, nos queda mucho por hacer, en lo material y en lo espiritual. En lo material: terminar el templo -¡y pagarlo!-, el retablo, la ermita de la torre, el nuevo Sagrario, los bancos… Dios provee, conseguiremos la financiación para todo. ¡Qué bonito sacar adelante entre todos nuestra parroquia, como una familia, como cristianos convencidos de que somos parte esencial de la Iglesia!.
En lo espiritual, … ¡no dejemos de soñar!, como tantas veces os digo, estamos al 10%, seguiremos creciendo en grupos, en oración, en vocaciones sacerdotales, al matrimonio y a la vida religiosa, en voluntariado y en formación, en conversiones y confesiones, en jóvenes, niños y adultos, en afán apostólico y evangelizador de llevar al Señor a todos los lugares y a todas las personas. ¡Soñemos los sueños de Dios!
Termino dándoos las gracias, en nombre propio y en nombre del Señor. Gracias por vuestra confianza y vuestra generosidad, gracias porque estáis haciendo realidad este querer de Dios. Sigamos trabajando, rezando y colaborando, esto es vuestro y de Dios.
Que la Virgen María nos cuide y nos guíe, y, como diría San Manuel González, “¡Madre Inmaculada, que no nos cansemos!”.
José María Marín Fernández-Díez
Párroco